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Revista multidisciplinaria
Investigación Contemporánea 01 - 2025 Vol. 3 - No. 1 ISSN-e: 2960-8015
VII
DOI: https://doi.org/10.58995/redlic.rmic.v3.n1.a99
Acompañamiento docente: Pilares para la formación de competencias
investigativas en la educación universitaria
contexto de la investigación, se benecia en gran medida de un apoyo cercano
que vaya más allá de la mera transmisión de conocimientos.
Asimismo, en el ámbito de la formación de competencias investigativas y
el aprendizaje activo, es necesario reconocer la importancia de las experiencias
de aprendizaje auténticas y el compromiso con las diversas formas de conocer
y ser, fomentando las relaciones mutuamente formativas, donde los profesores
aprenden de sus alumnos y viceversa (Dall’Alba y Barnacle, 2007; Dall’Alba y
Bengtsen, 2019; McLay et al., 2023). En este escenario, los docentes acompañan
a los estudiantes, son guías y no meros dictadores de aprendizaje, se adaptan a
las necesidades, intereses y patrones de cada alumno, con la nalidad de que el
educando integre el saber, el actuar y el ser, fomentando su autonomía y capaci-
dad para dirigir su propio aprendizaje mientras les brindan orientación, apoyo
e incluso imponen desafíos académicos.
De manera complementaria, en el proceso de formación de competencias
investigativas y bajo la premisa que el conocimiento surge a través de la inves-
tigación colaborativa dentro de una comunidad de apoyo (Boud y Molloy, 2013;
Boud y Soler, 2016; Boud y Walker, 1998), es indudable la necesidad de apren-
der a través de la reexión sobre la práctica, como un medio de adquisición de
conocimientos y crecimiento profesional de los educadores (Schön, 1983). Por
lo tanto, es evidente que los profesores necesitan programas de formación que
fomenten las prácticas más críticas y emancipadoras en los procesos de forma-
ción de competencias investigativas, que aborden la comprensión de la práctica
reexiva, la pedagogía crítica y el aprendizaje activo en los contextos educativos,
priorizando la reexión, el pensamiento crítico y las experiencias de aprendizaje
auténticas (Liston, 1988; Noffke y Zeichner, 1987; Zeichner, 1994).
Por otro lado, es relevante destacar la importancia de la autoevaluación y
el papel de las emociones en el proceso reexivo, apelando a la autodirección
del estudiante y la motivación intrínseca para un aprendizaje profundo y signi-
cativo. En este marco, los docentes actúan como guías y facilitadores más que
como transmisores de conocimientos, valiéndose de la evaluación como parte
del aprendizaje y no solo como un medio para medir resultados. Por ende, se
busca promover el aprendizaje a través de prácticas en el mundo real con el
n de desarrollar la reexión y un juicio crítico de los estudiantes, siendo ellos
los responsables de autocontrolarse, autoevaluarse y autogestionar su propio
aprendizaje.